Descubriendo la Alcova y El Celler dels Joglars
Estas vacaciones hemos podido disfrutar de unos días de descanso en el Hotel Rural l’Alcova, un hotel con encanto situado en una antigua casa señorial del siglo XIX en el municipio de Montardit de Baix, en la comarca del Pallars Sobirà.
Un hotel precioso y de trato familiar, donde los propietarios, Eva Consuegra y Joan Luque nos han hecho sentir como en casa.
Disfrutan de una situación privilegiada, situados en un entorno de gran belleza, en pleno Parque Natural de l’Alt Pirineu y a pocos quilómetros del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Todo empezó alrededor del año 2000, momento en el que Joan hace realidad su sueño de abrir un restaurante en el Pirineo Leridano; El Celler dels Joglars, i encuentra esta casa señorial del año 1877. Unos años más tarde, y con la ayuda de Eva, su mujer, culminan su idea y abren el Hotel Rural l’Alcova.
El Celler dels Joglars está situado en la planta baja de la casa, y el hotel ocupa las plantas superiores.
Empezaré hablando del hotel y luego volveré a hablaros del restaurante.
En la primera planta de la casa, encontraréis las zonas comunes, el comedor para los desayunos, un par de salas de estar dónde os podréis relajar leyendo, un pequeño spa y sala de fitness, y una fantástica terraza donde podréis disfrutar de los atardeceres de verano.
En la segunda planta, se encuentran las 8 habitaciones del hotel.
Las habitaciones, muy espaciosas, totalmente equipadas y decoradas con mucho mimo, deben sus nombres a lugares característicos del Pirineo Leridano, como por ejemplo: Amitges, Besiberri, Encantats, Peguera, Portarró, Ratera, Saboredo i Travessany.
Si os alojáis, podréis saborear un fantástico desayuno a base de embutidos y quesos de la comarca, tortilla de patatas, bizcocho casero, bollería, mermeladas, cereales, fruta, zumos naturales, y un buen café que os preparará Eva al momento.
También ofrecen servicio de pícnic, a base de bocadillo, fruta, barrita de cereales y agua. Ideal si queréis hacer alguna excursión y disfrutar de la naturaleza sin prisas para llegar a comer a un restaurante.
Pero, como os decía al inicio, todo empezó con el restaurante; ubicado dónde antiguamente estaban las cuadras de la casa.
El Celler dels Joglars, capitaneado por Joan, forma parte del movimiento Slow Food, un restaurante km0, donde lo que prima es el producto de temporada. El tipo de cocina que hacen es una combinación entre cocina elaborada y cocina tradicional catalana. De hecho, su lema es “la evolución de una cocina recuperada”.
El comedor es precioso, parece que estás delante de una obra de Gaudí.
Tenéis la opción de pedir a la carta o bien hacer el menú de 19,80€ con un par de entrantes, un primero, un segundo y postres; bebidas no incluídas. A destacar el pollo “eco” asado con patatas, miel y canela; se deshacía en la boca.
Si queréis algo más informal, tenéis la opción de cenar en la terraza del restaurante y pedir una tapas. Si os decidís por esta opción, no dejéis de pedir las croquetas de boletus, ¡son insuperables!
El trato ha sido inmejorable y nos hemos ido con ganas de repetir pronto.
Eva y Joan son de aquellas parejas encantadoras, que han sabido impregnar cada rincón de la casa con su estima. Se nota que han puesto una buena dosis de horas de trabajo, pero también de cariño e ilusión.
¡Hasta pronto!