Encuentro GastroThermalia en Caldes de Monbui (Aquae Calidae) - Pa amb vi i sucre
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Encuentro GastroThermalia en Caldes de Monbui (Aquae Calidae)

El pasado sábado 4 de junio, tuvo lugar un encuentro de gastrobloggers en Caldes de Monbui, conocido también entre sus habitante como «el poble que bull» (el pueblo que hierve)

El punto de encuentro fue el Museo Thermalia, dónde después de acreditarnos y de darnos la bienvenida nos invitaron a un fantástico desayuno a base de productos típicos del pueblo: el pan y los carquinyolis de l’Espiga d’Or, la longaniza de Cal Pedragosa, las «mongetes del ganxet» de Cal Parellada, el vino de la Torre Marimon…

Despúes de cargar pilas con este desayuno, empezamos la visita guiada por el pueblo, donde la primera parada fue uno de los sitios más representativos de Caldes; la Font del Lleó, una fuente de agua termal donde el agua sale a 74º. Antiguamente se utilizaba para ablandar el mimbre para hacer cestas, así como para cocer las legumbres, cosa que aún hoy día se sigue haciendo en muchas casas.

A continuación pudimos entrar en las Termas Romanas, y nos trasladamos de lleno en pleno siglo II a.C., en la época de los romanos. Cabe remarcar que estas termas son una de las mejor conservadas en toda Europa.

Recuerdo que de pequeña, antes había agua, y que estaba llena de monedas que todos tirábamos, pensando que nos traería suerte. Hace unos años, haciendo obras justo delante, se descubrieron otros termas, y es que parece que tenemos un gran tesoro escondido en nuestro pueblo.

También pudimos visitar el espacio de Can Rius y el antiguo balneario, el cual había sido uno de los más lujosos de Europa, donde inclusos se alojaba la realeza.

A continuación, cruzando de nuevo la plaza del Lleó, y pasando por la calle Barcelona, pudimos ver el portal de Cal Bisbe, una casa señorial del siglo XVIII. Me declaro enamorada de esta puerta!!!

En la misma calle Barcelona, girando por un callejón a la derecha nos encontramos con el lavadero de la Portalera, uno de los muchos lavaderos de agua termal que tiene Caldes. Este lavadero sigue en uso hoy en día; a primera hora se hace la colada blanca y a partir de media mañana la de de color. El agua del lavadero viene de la Font del Lleó, y se renueva cada día por la noche. Antiguamente abrían las puertas muy temprano; mi abuela iba a las 4 de la mañana para ser una de las primeras.

Una vez terminada esta visita, volvemos atrás por la calle Forn y visitamos el Museo de la Farmacia Codina, de estilo modernista.

Después hacemos una parada en Cal Pedragosa, donde Eva nos explica el origen de la longaniza que se ha hecho tan famosa. Hoy en día también podemos encontrar longaniza, fuet y chorizo 100% pavo, buenísimo; no se notarías la diferencia.

Una vez terminada la visita a Cal Pedragosa, vamos dirección a las Pastas Sanmartí, empresa familiar desde el año 1700, y que actualmente ya van por la novena generación.

Elaboran la pasta con sémola de trigo duro y agua termal, y no lleva nada de huevo, por lo que es apta para todo aquel que tenga algún tipo de intolerancia.

El procedimiento es totalmente manual, y el secado en armarios de madera durante 48 horas.

Terminamos la visita en Pastas Sanmartí, y vamos a visitar el obrador de l’Espiga d’Or. Nos reciben Meritxell y Mireia. Meritxell ya preparadas unas barras de la Romana, un pan elaborado con agua termal, a punto de hacer un corte y hornear.

Mientras se hornean, nos explica en qué consiste la autólisi, técnica con la que prepara la masa para hacer el Farellàs, uno de mis panes preferidos. Además, debe su nombre al gigante del pueblo.

A continuación hacemos una parada en la Vallesana, establecimiento centenario del pueblo, donde elaboran el típico licor digestivo Flors del Remei y el Anís Taronja. Hoy en día también elaboran la ginebra 19 Flors. Después de probar estos dos licores digestivos, cruzamos la calle y entramos en la pastelería Montada, dónde probamos un par de sus delicatessen; una mousse de coco y piña con gelificado de mandarina pasión, vainilla de madagascar y bizcocho de almendra; y también una mousse de chocolate y praliné de avellanas crujiente (creo que podría vivir sólo de esto!) Recomendable 100%.

Por terminar nos dirigimos al restaurante Mirko Carturan, imprescindible si venís de visita a Caldes.

Mirko nos ofreció un menú degustación de 7 platos y 3 postres. Todo buenísimo ,y por si esto fuera poco, pudimos disfrutar de un showcooking en una parte del restaurante habilitada a tal efecto. En el showcooking nos cocinó una pasta Sanmartí con cebolla, anchoas vino blanco y melocotón de agua. Delicioso!

Tanto Mirko como su mujer Meritxell y todo el resto del equipo nos trataron súper bien.

Y como no podía ser de otra manera, para terminar el día, se pudo disfrutar de un baño termal en el Lavadero.

Este lavadero está habilitado para hacer baños termales con grupos reducidos y con una duración de 1 hora.

Desde aqui tengo que felicitar y dar las gracias a todos los organizadores y colaboradores que hicieron que el día fuese simplemente genial!

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