Mermelada de tomate
Tengo que confesar que no soy demasiado aficionada a las mermeladas; siempre que me ha tirado más lo salado que lo dulce para desayunar. Pero de vez en cuando hay que variar, y más cuando tengo la suerte de tener tomates de cosecha propia. Este año, además, ha sido un muy buen año para los tomates, y en casa hemos hecho conserva para tener todo el año.
Aparte de hacer conserva de tomate natural, sofrito y pisto, también he hecho algunos tarros con esta mermelada de tomate con clavo, un maridaje ideal para acompañar una tabla de quesos.
Ingredientes
1 kg de tomates
350 g de azúcar
El zumo de ½ limón
2 clavos de olor
Elaboración
- En primer lugar lavaremos muy bien los tomates. Con un cuchillo haremos un corte en forma de cruz y los escaldaremos en agua hirviendo 30 segundos.
- Una vez escaldados, los pondremos en un bol con hielo, los pelaremos y sacaremos las semillas.
- Pondremos los tomates en un recipiente con el azúcar, el zumo de medio limón y los clavos de olor, y los dejaremos macerar 3 o 4 horas. Yo los puse a macerar un día por la tarde y los dejé hasta la mañana siguiente.
- Pondremos los tomates en una cacerola, encenderemos el fuego y cuando hierva, los dejaremos cocer aproximadamente 1 hora. Según el agua que tengan los tomates necesitaréis más tiempo.
- Pondremos una cazuela con agua al fuego, incorporaremos los tarros de cristal y las tapas y los esterilizaremos unos 10 o 15 minutos.
- Los sacaremos con unas pinzas y dejaremos que se sequen sobre una rejilla o paño.
- Una vez tengamos los tarros secos, los rellenaremos con la mermelada caliente.
- Taparemos los tarros y los giraremos hacia abajo hasta el día siguiente. De esta manera harán el vacío y la mermelada se os conservará unos cuantos meses.