Pizza de mozzarella y tomate - Pa amb vi i sucre
Una base de pizza es uno de los básicos que no falta nunca en el congelador de casa. Cuando hago masa de pizza salen unas cuatro bases, de las que congelo tres después de cocerlas 5 o 7 minutos. Entonces, el día que me apetece pizza, sólo tengo que calentar el horno, sacarla del congelador, poner el topping que me apetezca y terminar de cocerla. Para mí es un buen recurso cuando no tengo demasiadas ganas de cocinar, o si a último momento viene alguna amiga a cenar. A veces no hay que poner muchos toppings; una buena salsa de tomate natural, mozzarella de búfala y albahaca fresca y tendremos una pizza buenísima Aunque he usado una base de las que tenía congeladas, os dejo la receta de cómo preparar la masa.
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Pizza de mozzarella y tomate

Una base de pizza es uno de los básicos que no falta nunca en el congelador de casa. Cuando hago masa de pizza salen unas cuatro bases, de las que congelo tres después de cocerlas 5 o 7 minutos.

Entonces, el día que me apetece pizza, sólo tengo que calentar el horno, sacarla del congelador, poner el topping que me apetezca y terminar de cocerla. Para mí es un buen recurso cuando no tengo demasiadas ganas de cocinar, o si a último momento viene alguna amiga a cenar.

A veces no hay que poner muchos toppings; una buena salsa de tomate natural, mozzarella de búfala y albahaca fresca y tendremos una pizza buenísima

Aunque he usado una base de las que tenía congeladas, os dejo la receta de cómo preparar la masa.

 

 

Ingredientes

Para la masa (4 bases de 225 grs)

½ Kg de harina de fuerza

4 g de levadura fresca

15 g de sal

370 ml de agua

35 ml de aceite de oliva

 

Para el topping

Salsa de tomate natural

Mozzarella de búfala

Albahaca fresca

Aceite picante

 

 

Elaboración

  1. Empezamos haciendo la masa de la pizza el día antes. En el bol de la Kitchen Aid ponemos la harina, 300 ml de agua y la levadura, y lo amasamos a velocidad lenta unos 10 minutos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Añadiremos el resto de agua, el aceite y amasaremos 10 minutos más, hasta que la masa esté lisa, elástica y blanda.
  2. Pondremos la masa en un bol untado con un poco de aceite, la cubriremos con un paño de algodón y dejaremos reposar 15 minutos.
  3. Pondremos la masa encima de una superficie enharinada y la dividiremos en 4 porciones de 225 g cada una. Las enharinaremos, les daremos forma de bola y las colocaremos en una bandeja untada con un poco de aceite, dejando un poco de separación entre ellas. Taparemos con papel film y las dejaremos en la nevera 12 horas.
  4. Sacaremos la bandeja de la nevera y la dejaremos 30 minutos a temperatura ambiente.
  5. Precalentaremos el horno a la máxima temperatura y colocaremos la bandeja del horno al nivel inferior.
  6. Sobre una superficie enharinada pondremos una bola de masa y presionando con las manos desde el centro la iremos estirado hasta conseguir un círculo de unos 30 cm de diámetro.
  7. Colocaremos la masa sobre una pala o bandeja del revés y pondremos la base de la pizza sobre la bandeja que tenemos caliente en el horno.
  8. Coceremos la base durante 5 o 7 minutos hasta que coja un poco de color.
  9. Sacaremos la base del horno, pondremos la salsa de tomate natural, la mozzarella de búfala, unas hojas de albahaca fresca, y la volveremos a introducir en el horno unos 10 minutos más, hasta que esté hecha.
  10. Si os gusta, le podéis poner un poco de aceite picante.

Nota: Como han salido 4 bases de pizza, y sólo he utilizado una; las tres restantes las he precocinado durante 5 o 7 minutos, y una vez frías, las he envuelto en papel film y las he congelado. De esta forma, el día que me apetezca comer pizza, ya tendré la parte más laboriosa hecha y solo quedará poner el topping que más me apetezca.

 

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